"Y el Dios de paz os santifique en todo; para que vuestro espíritu y alma y cuerpo sea guardado entero sin reprensión para la venida de nuestro Señor Jesucristo. Fiel es el que os ha llamado; el cual también lo hará." 1 Tesalonicenses 5:23, 24.
Desde hace muchos años que ví, que “sin santidad ningún hombre verá al Señor," empecé a seguirle y a estimular a todos aquellos con quienes vine en contacto para que hicieran lo mismo. Diez años después, Dios me dió una visión más clara para obtenerla, que la que tuve antes; a saber: por medio de la fé en el Hijo de Dios. Inmediatamente declaré a todos, "Somos salvos del pecado, somos santificados por la convicción." Testifiqué esto en privado, en público, por escrito, y Dios lo confirmó con un millar de testigos. Durante más de treinta años he continuado declarando ésto, y Dios ha continuado confirmando mi trabajo.-John Wesley
"Conocí a Jesús, y fué muy querido para mi alma; pero había algo en mí que me impedía el ser paciente, amable y cariñoso. Hice lo posible por desterrar esto de mí, pero no lo conseguí. Rogué a Jesús que hiciese algo por mí, y cuando le entregué mi voluntad, El vino a mi corazón y quitó todo lo que no era amable, cariñoso y paciente..."-George Fox.
"Todo mi corazón está satisfecho por completo con lo que ha encontrado en Dios. Me siento a solas con Dios; Él llena el vacío; no poseo ni un sólo deseo o inclinación que no esté dirigida hacia Él. Muchas veces he pensado y me he maravillado de la conquista que Dios ha hecho con amor de todo lo más profundo de mi sér.-Lady Huntington.
"Inmediatamente sentí sobre mí frente algo parecido al tacto de una mano, no débil, sino omnipotente; no de ira, sino de amor. La impresión que sentí no era exterior sino interior. Parecía oprimir toda mi existencia y difundir en mi ser una energía consumidora del pecado. Tanto mi corazón como mi cabeza se daban cuenta de la presencia purificadora de dicha energía, bajo cuya influencia caí al suelo y en la alegre sorpresa del momento, alcé mi voz en alto. La mano poderosa aún obró interior y exteriormente, y por donde quiera que pasaba parecía dejar la influencia gloriosa de la imagen del Salvador. Durante unos minutos el profundo océano del amor de Dios me tragó por completo; todas sus olas y ondas pasaron por encima de mí." -Bishop Hamline.
Cuando escribí mis contemplaciones sobre la santidad, entonces me pareció ser de una naturaleza dulce, apacible, agradable, serena, la cual producía en el alma una pureza, una brillantez y una paz que no es posible describir. En otras palabras; que convertía el alma en una especie de campo o jardín de Dios con toda clase de frutos y flores agradables, todas deliciosas y tranquilas, gozando de una calma apacible y de los rayos suaves y vivificadores del sol.-Jonathan Edwards.
Salmos 105:4 Buscad a Jehová y su poder; Buscad siempre su rostro.
Isaías 55:6 Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano.
Amós 5:4 Pero así dice Jehová a la casa de Israel: Buscadme, y viviréis.
Sofonías 2:3 Buscad a Jehová todos los humildes de la tierra, los que pusisteis por obra su juicio; buscad justicia, buscad mansedumbre; quizá seréis guardados en el día del enojo de Jehová.
2 Crónicas 14:7 Dijo, por tanto, a Judá: Edifiquemos estas ciudades, y cerquémoslas de muros con torres, puertas y barras, ya que la tierra es nuestra; porque hemos buscado a Jehová nuestro Dios; le hemos buscado, y él nos ha dado paz por todas partes. Edificaron, pues, y fueron prosperados.
Mateo 6:33-34 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. 34 Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.
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