"Confirmando los ánimos de los discípulos, exhortándoles a que permaneciesen en la fe, y diciéndoles: Es menester que por medio de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios." (Hechos 14:22.)
Las mejores cosas de la vida proceden del sufrimiento. El trigo se tritura antes de convertirse en pan. El incienso debe de arrojarse sobre el fuego antes de que de sus olores. El terreno hay que quebrantarlo con el arado cortante, antes de que esté preparado para poder recibir la simiente. Es el corazón quebrantado el que agrada a Dios. Los goces más agradables de la vida son fruto del sufrimiento. Parece ser que la naturaleza humana tiene necesidad del sufrimiento para adaptarlo y ser una bendición para el mundo.
Si aspiras a ser un consuelo para otros; si quieres participar del don de la compasión; si deseas derramar más de la compasión ordinaria en un corazón que se encuentra en tentación; si quieres pasar en el trato de la vida diaria con un tacto tan delicado que nunca causes pena, debes de contentarte con pagar el precio de una educación cara como El, debes sufrir.
Pero después de que ustedes hayan sufrido por un poco de tiempo, Dios hará que todo vuelva a estar bien y que ustedes nunca dejen de confiar en él; les dará fuerzas para que no se desanimen, y hará que siempre estén seguros de lo que creen. Recuerden que Dios nos ha elegido por medio de Jesucristo, para que formemos parte de su maravilloso reino. 1 Pedro 5:10 TLA
Imprimir artículo

No hay comentarios:
Publicar un comentario