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domingo, 30 de marzo de 2025

Tu voluntad y No la mia



"He aquí que todos vosotros encendéis fuego, y estáis cargados de centellas; andad a la luz de vuestro fuego, y a las centellas que encendisteis. De mi mano os vendrá esto; en dolor seréis sepultados." (Isaías 50:11.)

Que aviso tan solemne para aquellos que andan en tinieblas y no obstante tratan de ayudarse por sí mismos para salir a la luz. Ellos están representados como encendiendo un fuego y cercándose con centellas. ¿Qué significa esto? Significa que cuando estamos en tinieblas, la tentación trata de hallar una salida sin confiar en el Señor o contar con El. En vez de dejar que Él nos ayude a salir de nuestro apuro, tratamos de ayudarnos a sí mismos. Buscamos la luz natural y pedimos el consejo de nuestros amigos. Intentamos aplicar las conclusiones de nuestra razón y casi podemos estar tentados a aceptar una forma de rescate que no fuese la de Dios.

Todos estos son fuegos encendidos por nosotros; luces tempestuosas que nos conducirán al abismo. Dios permitirá que andemos en la luz de esas centellas, pero el fin será aflicción.

Amigo querido, no trates de salir de un lugar difícil excepto en el tiempo que Dios señala y de la manera que Él quiere. El tiempo de la tribulación es para enseñarte lecciones que necesitas con mucha urgencia.

El rescate prematuro puede frustrar la obra de gracia que Dios puede operar en tu vida. Encomienda tu situación a Él por completo. Disponte a permanecer en medio de las adversidades mientras posées Su presencia. Recuerda que es mucho mejor andar en la oscuridad con Dios, que andar a solas por la luz.

Cesa de entrometerte en los planes y en la voluntad de Dios. Cuando tocas algo de lo Suyo, echas a perder el trabajo o la obra realizada. Tú puedes mover las manecillas de un reloj a tu gusto, pero no puedes por esto cambiar el tiempo; tú puedes precipitar la revelación de la voluntad de Dios, pero lo que haces con esto es dañar y no ayudar la obra en nada.

Tú puedes abrir el capullo de una rosa, pero echas a perder la flor. Deja que El lo haga todo. Brazos caídos. Tu voluntad y no la mía.


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