
Decía el profeta Isaías: el morador de la tierra no aprende justicia hasta que no ve los justos juicios de Dios. Tristemente es el ser humano quien vive sentando a Dios en el banquillo de los acusados... ¿Donde está Dios cuando hay hambre en la tierra? ¿ Y cuando hay guerras? ¿o cuando hay niños abandonados? ¿O ancianos olvidados?Pero en realidad las preguntas mas correctas debieran ser: ¿Por que el hombre no procura su sustento? ¿Por qué pelea por poder y dominio sobre el otro cuando profesa un mensaje de derechos y libertades? ¿Por qué los padres no se responsabilizan de sus hijos y los abandonan? ¿Por qué los hijos no cuidan de sus padres cuando son mayores y honran la vida que le dieron? Podríamos seguir con este tipo de preguntas o buscar resolver el origen de las mismas, que se halla simplemente en reconsiderar nuestros caminos, nuestras decisiones y las motivaciones que nos movilizan. Evitar el juicio comienza por un cambio de rumbo, por comenzar a prestar atención a nuestro andar, recordando que simplemente cosecharemos nuestra siembra, ¡sembremos bien!Gracias por acompañarnos, tengas una jornada guiada por la Palabra fiel y verdadera de Dios. Bendiciones.
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