Lo que demos, recibiremos

La gratitud debería ser una virtud natural e inherente al ser humano, y más aún, a quienes hemos sido redimidos inmerecidamente con la sangre de Cristo.

Pero la dolorosa realidad del pueblo de Dios hoy en día es, que conforme pasan los años y aumenta más el “Misterio de Iniquidad” en la tierra, los corazones se van volviendo más duros, y las personas se van volviendo más ingratas.
Vemos algo demasiado normal que hermanos en Cristo estén hablando mal de otros hermanos o de otros pastores, vemos demasiado normal que iglesias estén en divisiones y en contiendas.

Es imposible que todos los cristianos pensemos igual doctrinalmente, pero ante todo debe prevalecer el amor y el respeto, y no olvidarnos que Cristo derramó su sangre también por mi hermano, también por ese Pastor que está hablando mal de mi… por lo tanto debe prevalecer el perdón, olvidar las ofensas, amar y bendecir a todos.

Lo triste es que inevitablemente vamos a cosechar lo que sembramos, y lo tremendo del pueblo de Dios en este tiempo es que piensa que por estar en la gracia puede pecar y ofender a Dios y no sucederá nada.

En Proverbios 6:16-19 encontramos: “Seis cosas aborrece Jehová, y aun siete abomina su alma: Los ojos altivos, la lengua mentirosa, las manos derramadoras de sangre inocente, el corazón que maquina pensamientos inicuos, los pies presurosos para correr al mal, el testigo falso que habla mentiras, y el que siembra discordia entre los hermanos.”

Es poco común encontrar cristianos que derramen sangre inocente, pero las otras seis cosas son el pan diario en el pueblo de Dios. Y aún más la séptima cosa, la cual abomina Jehová, que es sembrar discordia entre los hermanos…

No podemos tomar a la ligera la palabra de Dios, si creemos que Cristo derramó su sangre para salvarnos, debemos creer también la totalidad de la biblia, incluyendo donde Jesús nos exhorta a orar por los que nos persiguen y bendecir a los que nos maldicen.

Reflexionemos, y tengamos muy en cuenta las palabras de mi Padre Nahum: “Si no te gusta lo que estás cosechando, mira bien lo que estás sembrando”.

ORAMOS: Gracias señor Jesús, por brindarnos tu amor, ayúdanos a poder dar de lo que por gracia recibimos y saber de lo que podemos dar Tu también nos darás, puesto que tu prometiste que lo que demos eso mismo recibiremos como recompensa.

Centro Cristiano Jesús la Forma de Vida- San bernardo del tuyú

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