Radio En VIVO

sábado, 8 de noviembre de 2025

Pueden ser para ti.

"Aconteció como ocho días después de estas palabras, que tomo a Pedro, a Juan y a Jacobo, y subió al monte a orar. Y entre tanto que oraba, la apariencia de su rostro se hizo otr, y su vestido blanco y resplandeciente. Y Pedro y los que estaban con Él estaban rendidos de sueño; mas permaneciendo despiertos, vieron la gloria de Jesús, y a los dos varones que estaban con él. (Lucas 9:28-29;32). 
Ahora, pues, si he hallado gracia en tus ojos, te ruego que me muestres ahora tu camino, para que te conozca, y halle gracia en tus ojos; y mira que esta gente es pueblo tuyo. (Éxodo 33:13).

Cuando Jesús tomó aparte en lo alto de aquella elevada montaña a estos tres discípulos, los colocó en una comunión íntima con El. Ellos no vieron a nadie sino a Jesús; y era una gran cosa el estar allí. El cielo no está muy retirado de aquellos que se detienen en el monte con su Señor.

¿Quién es el que no ha vislumbrado la abertura de la puerta en momentos de oración y meditación? ¿Quién no ha sentido en el lugar secreto de la sagrada comunión la ráfaga de algún oleaje emocional un gozo por anticipado de lo sagrado?

El Maestro tuvo tiempos y lugares para conversar con tranquilidad con Sus discípulos. Una vez lo hizo en la cumbre del monte Hermon, pero con más frecuencia en los declives sagrados del monte de los Olivos. Cada Cristiano debiera tener su Olivo. La mayor parte de nosotros, especialmente en las ciudades y pueblos grandes, vivimos en un gran apresuramiento. Desde por la mañana temprano hasta la hora de acostarnos, estamos expuestos a girar rápidamente de una parte para otra sin tener tranquilidad para nada. En medio de este barullo, la oportunidad que tenemos para meditar, para orar, para la lectura de Su Palabra y para comunicarnos con Él es muy pequeña.
Daniel tuvo necesidad de un "Olivo" en su habitación, en medio del ruído e idolatría de Babilonia. Pedro encontró el suyo en lo alto de la casa en Jope; y Martín Lutero, halló el suyo en el "aposento alto" en Wittenberg, el cual aún se conserva como sagrado,

Una vez, el Dr. Joseph Parker dijo: "Si no volvemos a las visiones, a elevar nuestra mirada al cielo, a darnos cuenta de las gloria más excelsa y de la vida más elevada, entonces perderemos nuestra religión; nuestro altar se convertirá en una piedra desnuda y sin bendecir por los habitantes del cielo." Lo que el mundo necesita hoy, es hombres que hayan visto a su Señor.-.

Acércate a El. Él puede llevarte hoy a lo alto de la montaña, a donde llevó a Pedro a pesar de sus errores y a Jocob y a Juan, aquellos hijos del trueno que una y otra vez interpretaron por completo malamente a Su maestro y Su misión. No hay razón alguna por la que no pudiese llevarte a tí. Así que no te elimines de ello y digas, "Estas visiones y revelaciones del Señor son para los espíritus escogidos." Solo tienes que pasar tiempo con el, en Su lugar, y verás que estas revelaciones también. ¡Pueden ser para tí! 





Imprimir artículo

No hay comentarios: