"Toma las saetas ... Hiere la tierra. Y él la hirió tres veces, y se detuvo. Y estalló en ira contra él, el varón de Dios, diciendo: Deberías haberla herido cinco o seis veces." (2 Reyes 13:18, 19. Versión Moderna.)
Que notable y elocuente es el mensaje que encierra estas palabras! Joás pensó que él lo había hecho admirablemente cuando él duplicó y triplicó lo que para él ciertamente era un acto extraordinario de fe. Pero el Señor y el profeta se disgustaron grandemente por que él se paró en la mitad del camino.
El consiguió algo. Obtuvo mucho. Obtuvo exactamente lo que creyó en la prueba final, pero no obtuvo todo lo que el profeta pensó, y el Señor deseaba dar. El obtuvo algo que es mejor que lo humano, pero no obtuvo lo mejor de Dios.
Amado, ¡que solemne es la aplicación! ¡Como escudriña el corazón el mensaje de Dios! ¡Que importante es que aprendamos a orar con perseverancia! ¿Clamaremos por la plenitud de la promesa y todas las posibilidades de la oración que se hace creyendo?- A.B. Simpson
Efesios 3:20-21"A aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos según el poder que actúa en nosotros, 21 a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén."
Filipenses 4:6-7 Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. 7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
En los escritos de Pablo no hay ninguna otra colección de palabras semejantes a éstas, "todas las cosas mucho más abundante," y cada palabra está llena con el amor y poder infinito de "hacer" por sus santos que oran. Hay un límite, según el poder que obra en nosotros." Él hará por nosotros, tanto como permitamos que Él obre en nosotros. El poder que nos salvó, que nos lavó con Su propia sangre, nos llenó con poder por medio de Su espíritu, nos guardó en infinidad de tentaciones, obrará por nosotros, resolviendo nuestras necesidades más urgentes, nuestras crisis, nuestras circunstancias y ayudándonos en todas nuestras adversidades, pero claro esto depende del lugar que le demos nosotros.
Efesios 2:10 Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.
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