"¿Quién hay entre vosotros que teme a Jehová, que obedece la voz de su siervo? El que anda en tinieblas y carece de luz, confíe en el nombre de Jehová, apóyese en su Dios." (Isaías 50:10.)
Los tiempos de tinieblas vienen también al discípulo fiel y creyente que camina obediente por la senda de la voluntad de Dios. Hay tiempos cuando él no sabe qué hacer o qué camino tomar. El cielo está oscurecido con nubes. La luz clara Celestial no ilumina su senda. Se siente como si tuviese que atravesar su camino a tientas por la oscuridad.
¿Te encuentras en esta situación? ¿Qué es lo que el creyente debe de hacer en tiempos de oscuridad? ¡Escucha! "Déjale que confíe en el nombre del Señor, y que se eche en los brazos de su Dios." Lo primero que tiene que hacer es, nada. Para la pobre naturaleza humana, ésto es una cosa muy difícil de hacer. En el occidente circula un proverbio que quiere decir, "Cuando no sabes lo que hacer, no lo hagas."
Cuando te abalanzas hacia un dique de niebla espiritual, no trates de quebrantarlo a la fuerza; sino acorta la velocidad de la maquinaria de tu vida. Si es necesario, ancla tu barca o déjala que se balancée amarrada. Simplemente, lo que tenemos que hacer, es confiar en Dios. Mientras confiamos, Dios puede obrar. El atormentamiento impide que El haga algo por nosotros. Si nuestras mentes están perturbadas y nuestros corazones afligidos; si las tinieblas que nos cubren nos causan espanto; si corremos de aquí para allá haciendo esfuerzos vanos para encontrar una salida del lugar de prueba en que nos encontramos y donde hemos sido colocados por la providencia Divina, entonces el Señor no puede hacer nada por nosotros.
La paz de Dios, necesariamente tiene que sosegar nuestras mentes y dar descanso a nuestros corazones. Debemos de dar nuestra mano a Dios, como hacen los niños pequeños, y dejar que Él nos conduzca a la luz esplendorosa del sol de Su amor. El conoce el camino por los bosques. Así que colguémonos en Sus brazos y confiémos en que Él nos sacará por el camino más corto y más seguro.-Dr. Pardington.
Recuerda, que cuando no sabemos conducir, nunca nos falta un Piloto...Jesús.
Salmo 15: 1- 2 Jehová, ¿quién habitará en tu tabernáculo? ¿Quién morará en tu monte santo?2 El que anda en integridad y hace justicia, Y habla verdad en su corazón.
Salmos 16:11 Me mostrarás la senda de la vida; En tu presencia hay plenitud de gozo;Delicias a tu diestra para siempre.
Salmo 56: 3 y 4 En el día que temo, Yo en ti confío. 4 En Dios alabaré su palabra; En Dios he confiado; no temeré; ¿Qué puede hacerme el hombre?
Salmo 32:6 - 9 Por esto orará a ti todo santo en el tiempo en que puedas ser hallado; Ciertamente en la inundación de muchas aguas no llegarán estas a él. 7 Tú eres mi refugio; me guardarás de la angustia; Con cánticos de liberación me rodearás. Selah 8 Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; Sobre ti fijaré mis ojos. 9 No seáis como el caballo, o como el mulo, sin entendimiento, Que han de ser sujetados con cabestro y con freno, Porque si no, no se acercan a ti.
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