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domingo, 6 de julio de 2025

A ti volvemos nuestros ojos


¡Oh Dios nuestro! ¿no los juzgarás tú? Porque en nosotros no hay fuerza contra tan grande multitud que viene contra nosotros; no sabemos qué hacer, y a ti volvemos nuestros ojos.
 
2 Crónicas 20:12

Se perdió una vida en Israel, porque un par de manos a las cuales no se había invitado, se colocaron sobre el arca de Dios. Fueron puestas con la intención, de afirmarla del meneo y traqueteos causados al conducirla los bueyes por el áspero camino; pero tocaron presuntuosamente la obra de Dios, y cayeron paralizadas y sin vida. Mucho de lo que se refiere a la vida de fe, consiste en dejar las cosas solas. Si confiamos enteramente una Cosa a Dios, debemos de retirar nuestras manos de ella y Él la guardará para nosotros, mucho mejor que si nosotros tratamos de ayudarle. "Descansa en el Señor, y espera en El; no te alteres con motivo del que prospera en su camino, por el hombre que hace maldades."

Puede acontecer que todas las cosas parezcan que van de cabeza, pero Él sabe, lo mismo que nosotros; y Él se levantará en el momento oportuno si verdaderamente estamos confiando en Él tan plenamente como dejar a El obrar a su modo y en su tiempo; No hay nada tan imperioso en algunas cosas, como la inactividad; y no hay nada tan dañoso como trabajar con inquietud, porque Dios ha decidido el poner en acción Su voluntad soberana.-.

Es un gran consuelo el poner los embrollos de la vida en las manos de Dios, y dejarlos allí.



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