Radio En VIVO

jueves, 17 de abril de 2025

¿Qué cosa no entiendes?

 



17 de Abril del 2025

"¿Qué cosa de todas estas no entiende. Que la mano de Jehová la hizo?." Job 12:9.

Hace varios años que fué encontrado en una mina africana el diamante más magnífico que recuerda la historia del mundo. Fué regalado al rey de Inglaterra para que resplandeciese en su corona de estado. El rey lo envió a Amsterdam para que lo cortasen, y de esto se encargó un lapidario muy experto. ¿Qué crées que hizo con el diamante?

Tomó la valiosa joya e hizo una ranura en la misma. Después, le dió un golpe fuerte con su instrumento, y aquella joya soberbia cayó en sus manos partida en dos trozos. Muchos dirían, ¡Qué barbaridad!  ¡Qué desperdicio! ¡Qué descuido tan criminal!

Pero no fué descuido ni mala intención el hacer esto. Durante muchos días y semanas se había estudiado y planeado aquel golpe. Se habían hecho dibujos y modelos de la joya. Su cualidad, sus defectos, y sus líneas de partición habían sido estudiadas con grandísimo cuidado. El hombre a quien se le había encomendado el hacer esto era uno de los lapidarios más diestros del mundo.

¿Dices tú que aquel golpe fué una gran equivocación? Nó, fué el clímax de la pericia del lapidario. Cuando él dió aquel golpe, lo que hizo fué perfeccionar la forma, la brillantez y el esplendor de la joya. Aquel golpe que pareció arruinar aquella piedra soberbia y preciosa, lo que hizo fué volverle su perfecta redención. Porque de aquellas dos mitades se hicieron las dos magníficas joyas que el ojo práctico del lapidario vió escondidas en la tosquedad de la piedra sin cortar que había salido de la mina.

Así también, algunas veces Dios permite que recibas en la vida algún golpe punzante. La sangre salpica, los nervios se retuercen y el alma grita en agonía. A tí te parece que dicho golpe es una gran falta. Pero no es así, porque para Dios, tú eres la joya más valiosa del mundo, y Él es el lapidario más diestro del universo.

Algún día tú tienes que resplandecer en la corona del Rey. El sabe la forma como tiene que obrar contigo. No se permitirá que ningún golpe caiga sobre tu alma abatida, sino sólo lo que el amor de Dios permita, y esto contribuirá para bendecirte y enriquecerte espiritualmente de una manera que tú no te puedes  imaginar.-J. H. McC.

En uno de los libros de George MacDonald se halla el siguiente diálogo: "No sé por qué me ha hecho Dios," dijo amargamente Mrs. Faber, "Estoy segura que no sé el beneficio que puedo prestar con habérseme hecho." "Quizás no es mucho ahora," dijo Dorothy, "Pero El no te ha terminado aún. El te está haciendo ahora y tú te estás quejando del proceso."

Si los hombres creyesen solamente que se encuentran en un proceso creativo, y consintiesen el ser terminados; si permitiesen que el Hacedor los manejase como el alfarero hace con su arcilla, no tardarían mucho en dar la bienvenida a la presión de Su mano aunque sintiesen dolor y algunas veces no sólo creerían, sino que reconocerían el propósito divino que hay en ello.


Imprimir artículo

No hay comentarios: