Se pretende seguir ensimismado en proyectos materialistas, desenfocados de una eternidad. Perdiendo la claridad de que hay un día en que estaremos cara a cara con el Creador, será el momento de dar cuenta sobre que motivó nuestra vida y en que gastamos cada día de nuestra existencia.
Así es hoy día, como consecuencia de la separación del hombre de Dios, esa negación de la necesidad de mantener una relación personal que involucre dependencia y sensibilidad a escuchar a su creador. Esto aflige y no sacia, se viven experiencias que solo producen una leve satisfacción momentánea y fugaz.
La verdadera paz, el refugio, la tranquilidad de un destino seguro lo trae, la cercanía de Dios, su compañía, sus Palabras, su amor abrazando el alma, dando dicha al corazón, confianza al pensar y certeza de buen camino. La realización del ser de una manera plena es el contacto directo con su Creador, no hay sustitución efectiva, solo paliativas emociones pasajeras.
Que este día te acerque aún más al corazón de Dios y disfrutes su compañía. Bendiciones.
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