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domingo, 22 de septiembre de 2019

Salmo 86 - ¡Alégrate, Dios te ama!

"Alegra el alma de tu siervo, porque a ti, oh Señor, elevo mi alma. Pues tú, Señor, eres bueno y perdonador, abundante en misericordia para todos los que te invocan."

La depresión es uno de los mayores enemigos que podemos encontrar las personas hoy en día, sin duda, el estrés, la presión laboral, la falta de ejercicio, la mala alimentación, todo esto influye de una manera fuerte en las posibilidades de tener un tipo de depresión, de caer en un estado de oscuridad y pesimismo. Pero esto solo son desencadenantes, por norma las depresiones suelen tener causas mucho más profundas que esto. No hay que ser psicólogo ni tener grandes estudios para darse cuenta que cuando alejamos nuestra mirada de Dios, que cuando nuestra relación con Dios no es lo firme que debiera ser, estamos expuestos a que nuestra vida se tambalee, y a caer en cualquier pozo como lo es una depresión.

¿Qué pasa si caemos en una depresión? ¿Está todo perdido? ¿Debemos acudir rápidamente a medicamentos? ¿Antidepresivos? ¿Visitar un psicólogo? Personalmente, creo que hay algo que debemos hacer mucho antes, algo que para el ser humano es más difícil y más costoso, buscar a Dios. Como dice el salmista "Alegra el alma de tu siervo, Porque a ti, oh Señor, levanto mi alma.Porque tú, Señor, eres bueno y perdonador,Y grande en misericordia para con todos los que te invocan.Escucha, oh Jehová, mi oración, Y está atento a la voz de mis ruegos. En el día de mi angustia te llamaré, Porque tú me respondes."(Salmo 86:4-7)

Sí, si estás deprimido puedes clamar a Dios que alegre tu alma. Ningún mecánico conocerá mejor un motor de un coche que el que lo diseñó, este sabrá que piezas son las adecuadas, el tipo de aceite, de combustible, que cosas son las ideales para su creación. Podemos poner otras piezas, otro aceite, incluso otro tipo de combustible, y quizá funcione, pero su vida se agotará antes que siguiendo las instrucciones del creador. Igualmente podemos encontrar ciertos métodos que funcionen para nuestro alma, pero nunca encontraremos un mejor remedio que acudir al creador, al que conoce cada recoveco, al que sabe mejor que nadie nada más mirarla donde está el problema.

Eleva tu alma a Dios y ruégale que le de alegría. Dios es bueno, no hay maldad en Él y no nos dará nada malo, Él perdonará nuestras ofensas, y será misericordioso en abundancia. No dudes que Dios es la mejor respuesta a tus problemas, estate completamente seguro que tendrá misericordia de nosotros que somos miserables, y no lo hará únicamente porque nos ama, sino porque Él desea ser glorificado. Acerca hoy tu alma a Dios, no dudes, Él es el doctor de tu alma, y el que mejor la conoce. Clama a Él y Él te dará la alegría que hoy necesitas.

ORAMOS: Padre Nuestro que estas en los cielos, tu que nos conoces, haznos a tu imagen y semejanza, cumple tu propósito en nosotros. Vuélvenos la alegría, que necesitamos, TU eres nuestra alegría, en el nombre de Jesús. Amén

Centro Cristiano Jesús la Forma de Vida - San Bernardo del Tuyú
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