¡Levantaos! Luego entonces, hay algo definitivo que tenemos que hacer. Nada es nuestro a no ser que lo tomemos. "Los hijos de José, Manases y Efrain, tomaron su herencia." (Josué 16:4.) "La casa de Jacob poseerá sus posesiones" (Abdías 17.) "El recto poseerá buenas cosas."
Necesitamos tener la fe de posesión con respecto a las promesas de Dios. Debemos de hacer la Palabra de Dios nuestra propia posesión personal. Una vez se le preguntó a un niño, en qué consistía la fe de posesión y respondió, "Consiste en tomar un lápiz y subrayar en la Biblia lo que dice ésto es mío, ésto me pertenece."
Toma cualquier palabra que te guste de las que Él ha hablado y dí, "Esa palabra es mi palabra." Pon tu dedo sobre una promesa y dí: "Es mía." ¿Cuántos deseos de Cristo has cumplido durante tu vida? El hijo obedece y el Padre se goza en recompensarlo y es por eso que sus promesas se cumplen sobre ellos.
“Hijo, tú siempre estás conmigo, y todo lo que yo tengo es tuyo." No pierdas tu herencia por descuido y falta de fe activa poseedora. "Cuando la fe vá al mercado, siempre lleva su cesto."
Hebreos 11:6 Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.
1 Timoteo 6:12 Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos.
Romanos 4:18 Él creyó en esperanza contra esperanza, para llegar a ser padre de muchas gentes, conforme a lo que se le había dicho: Así será tu descendencia.
2 Corintios 1:20 porque todas las promesas de Dios son en él Sí, y en él Amén, por medio de nosotros, para la gloria de Dios.
Job 42:4 Oye, te ruego, y hablaré; Te preguntaré, y tú me enseñarás.
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