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martes, 24 de junio de 2025

Grandeza y humildad.

 


"Acerca de la obra de mis manos, mandadme." Isaías 45:11.

Nuestro Señor habló en este sentido cuando dijo: "Padre: quiero." Josué obedeció este mandamiento, cuando en el momento supremo de triunfo, levantó su lanza hacia el sol que estaba poniéndose y gritó: "Sol, detente." 

Elías también obedeció, cuando cerró los cielos durante tres años y seis meses y después volvió a abrirlos. Lutero obedeció igualmente, cuando arrodillándose al lado del moribundo Melanchton, impidió a la muerte que cogiese su presa.

Es una relación maravillosa, en la cual Dios nos invita a que entremos. Estamos familiarizados con aquellas palabras del siguiente párrafo: "Con mis manos, he extendido los cielos, y he mandado en todos sus ejércitos." Pero que Dios nos haya mandado que mandamos a Él, es un cambio en nuestra relación, absolutamente sorprendente. Dios dispuesto a dar explicaciones, quien no tendria que darlas, muestra en su grandeza su humildad.

¡Qué diferencia tan grande existe entre esta actitud, y las oraciones que hacemos, dudando, vacilando, sin creer, a que nos hemos acostumbrado y las cuales por su perpetua repetición son ineficaces ! ¡Cuántas veces durante Su vida terrenal, Jesús colocó a los hombres en una posición para que pudiesen mandarle !Al entrar en Jericó, Él se paró y dijo a los pobres ciegos:

"¿Qué queréis que haga por vosotros?" Es como si hubiese dicho: "Estoy a vuestras órdenes." ¿Podremos jamás olvidar cómo entregó a la mujer Sirofenicia la llave de sus recursos, y le dijo que podía servirse como quisiese? ¿Qué mortal puede darse cuenta de la significancia plena de la posición en que nuestro Dios cariñosamente eleva a sus hijos? Parece ser que está diciendo, "Todo cuanto poseo está a vuestra disposición." 

"Todo lo que pidáis en mi nombre lo haré."-F. B. Meyer.

"Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre: pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido." Juan 16 :24 (Como si lo pidiera jesús mismo).

1 Juan 5: 14 y 15 Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. 15 Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.


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