El Apóstol Santiago nos lleva a reflexionar sobre donde está asentado nuestro corazón, sabiendo que esas decisiones son las que definen nuestra vida mas allá de esta vida, definen nuestro destino en la eternidad. Escribe lo siguiente: ¿De dónde vienen todos los conflictos y peleas que hay entre ustedes? Vienen de ustedes mismos, de sus deseos egoístas que siempre están librando una guerra en su interior. Ustedes desean las cosas pero no las consiguen. Su envidia puede llegar hasta el extremo de matar y aun así no consiguen lo que quieren. Por eso discuten y pelean. No consiguen lo que quieren porque no se lo piden a Dios.Y cuando le piden a Dios no reciben nada porque la razón por la que piden es mala, para poder gastar en sus propios placeres. ¡Gente infiel! ¿No saben que amar al mundo es lo mismo que odiar a Dios? El que quiera convertirse en amigo del mundo se convierte en enemigo de Dios. Si uno sabe hacer el bien y no lo hace, está pecando.
Que gran amor de Dios y su generoso corazón nos llaman al arrepentimiento, a volvernos a sus palabras para enderezar lo que se salió de camino, a considerar cada paso de nuestra vida según el propósito de Dios, nuestro Creador y Hacedor, Señor y Dios.
Tén un buen día con Jesús, abre tu corazón ante Él, pídele que te muestre que ve y que te ayude a caminar como él manifestando al Padre en tu andar.
Quiere Nuestro amado Salvador, salvarnos de nuestras malas decisiones impulsadas por emociones que nos avasallan mas de una vez y nos ofuscan haciéndonos perder el objetivo principal y pervierten en nosotros la buena voluntad de Dios, una vida en el gozo de nuestra Salvación. Dios te ama y quiere ver en tu vida paz que sobreabunda y dicha de vivir en la libertad del poder del pecado, adicciones, malos hábitos, pleitos, amargura y demás.
Vive un día glorioso con Jesús y compartelo con los que te rodean, lo que de gracia recibiste dalo a otros. ¡Bendiciones, buen fin de semana!
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