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jueves, 20 de noviembre de 2025

Argumentos eternos.


 "Bienaventurado el que esperare." Daniel 12:12.

Esperar, puede parecer una cosa fácil, pero es una de  las posturas que el soldado Cristiano solo puede aprender durante muchos años de instrucción. El caminar y las marchas ligeras son más fáciles para los guerreros de Dios, que el permanecer parados.

Hay ciertas horas de perplejidad, en que el espíritu más ardiente, deseando servir a Dios de todo corazón, no sabe que camino tomar. ¿Qué debe hacer en este caso? ¿Vejarse con la desesperación? ¿Retroceder acobardado? ¿Volver temeroso hacia la derecha o abalanzarse con presunción hacia adelante? No, lo que debe hacer es esperar. Esperar en oración, como quiera que sea. Acudir a Dios y poner el asunto delante de Él, contarle las dificultades, e implorar la ayuda de Su promesa.

Esperar con fé. Expresa una confianza firme en Él. Créer, que aunque El te haga esperar hasta media noche, vendrá en el tiempo oportuno. La visión ha de llegar sin tardanza.

Espera calladamente con paciencia... No murmures jamás contra las causas secundarias como hicieron los hijos de Israel contra Moisés. Acepta tu situación tal como se te presenta, y colócala con todo tu corazón y sin obstinación en la mano de tu Dios, diciendo, "Ahora, Señor, hágase no mi voluntad, sino la Tuya." Yo no sé qué hacer, me encuentro completamente oprimido, pero esperaré hasta que dividas los diluvios o hagas retroceder a mis enemigos. Esperaré si me preservas durante mucho tiempo. Mi corazón solamente mira a Tí, y mi espíritu te espera, con la completa convicción que tú has de ser mi gozo, mi salvación, mi refugio y mi torre poderosa." 

Job 40:8 ¿Invalidarás tú también mi juicio? ¿Me condenarás a mí, para justificarte tú?

Isaías 50:10 ¿Quién hay entre vosotros que teme a Jehová, y oye la voz de su siervo? El que anda en tinieblas y carece de luz, confíe en el nombre de Jehová, y apóyese en su Dios.

Salmos 56:3 En el día que temo, Yo en ti confío.

Isaías 26:12  Jehová, tú nos darás paz, porque también hiciste en nosotros todas nuestras obras.

Isaías 26:9 Con mi alma te he deseado en la noche, y en tanto que me dure el espíritu dentro de mí, madrugaré a buscarte; porque luego que hay juicios tuyos en la tierra, los moradores del mundo aprenden justicia.

Salmo 32:8 Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; Sobre ti fijaré mis ojos.

Salmo 18:1-2 Te amo, oh Jehová, fortaleza mía. 2 Jehová, roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré; Mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio. 




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