Radio En VIVO

miércoles, 15 de octubre de 2025

¿Oraste? ¿y qué te dijo? ¿Lo crees? ¿ Qué haces?



 "Y a causa de sus quebrantamientos se purifican" Job 41:25. Versión Inglesa.

La mayor parte de las personas y cosas que Dios usa para Su gloria, son aquellas que han sido quebrantadas con mayor perfección. Los sacrificios que Él acepta son corazones contritos y quebrantados. El quebrantamiento natural de la fortaleza de Jacob en Peniel fué lo que le colocó donde Dios podía vestirle con poder espiritual. El rompimiento de la superficie de la roca en Horeb por' el golpe de la vara de Moisés, fué lo que hizo que echase agua fresca para aquellas personas sedientas.

Cuando los 300 soldados elegidos bajo Gedeón rompieron sus cántaros, lo cual es una figura de quebrantarse a sí mismos, entonces fué cuando las luces ocultas brillaron para la consternación de sus adversarios. Cuando la pobre viuda rompió la tapadura de su alcuza pequeña y derramó el aceite, entonces fué cuando Dios lo multiplicó para que pagase sus deudas y proveyó los medios para su mantenimiento.

Cuando Esther arriesgó su vida y rompió la etiqueta de una corte pagana, entonces fué cuando obtuvo el beneficio de rescatar a los suyos de la muerte. Cuando Jesús tomó los cinco panes y los partió, entonces fué cuando el pan se multiplicó en el mismo acto del rompimiento y hubo lo suficIente para alimentar a cinco mil personas. Cuando María rompió su caja preciosa de alabastro, dejándola inutilizada para siempre, entonces fué cuando el perfume se esparció Y llenó toda la casa. Cuando Jesús permitió que Su cuerpo bendito fuese quebrantado en pedazos por las espinas, los clavos y las lanzas, entonces fué cuando Su vida interior se derramó como un océano de cristal, para que los pecadores sedientos viviesen y bebiesen.

Cuando un grano de trigo es quebrantado en la tierra por la MUERTE, entonces es cuando su corazón se abre y produce otros cien granos semejantes. Y así sucesivamente, Dios necesita tener COSAS QUEBRANTADAS en todos los tiempos, en toda biografía, en toda vegetación y en toda vida espiritual.

Aquellos que han sido quebrantados en su riqueza, en su obstinación, en sus ambiciones, en sus bellos ideales, en su reputación mundana, en sus afecciones, y a menudo en salud; aquellos que son despreciados y parecen estar enteramente abandonados y sin ayuda, el Espíritu Santo los está secuestrando y usándolos para la gloria de Dios. Isaías nos dice que "el cojo agarra el botín."

Cuando la esperanza humana llega a su fin comienza, la verdadera confianza en Dios, necesitamos ser quebrantados en lo natural para recibir lo espiritual. El quebrantamiento nos hace pasar por el camino de la humidad para que Cristo sea formado en nosotros, en la humillación somos transformados y la gloria de Dios nos mantiene sin pecado. La soledad compartida con el Maestro trae a nuestras vidas la proyección de su vida en la nuestra, desde el silencio, su voz es oida, sin necesida de palabras, con los hechos del Espíritu Santo, sus frutos en nuestra vida.

Daniel 6:4 Entonces los gobernadores y sátrapas buscaban ocasión para acusar a Daniel en lo relacionado al reino; mas no podían hallar ocasión alguna o falta, porque él era fiel, y ningún vicio ni falta fue hallado en él.

Es en el horno de aflicción que si la pieza soporta la presión y no se quiebra que será útil, pero si se rompe ya no podra volver a ser reconstruida. Cuando las situaciones nos quitan de la fe y dejamos a Dios es inminente la sosobra en nuestras vidas. Por eso Dios nos llama: Volveos a mi.

Isaías 48:10 He aquí te he purificado, y no como a plata; te he escogido en horno de aflicción.

Proverbios 1:23 Volveos a mi reprensión; He aquí yo derramaré mi espíritu sobre vosotros, Y os haré saber mis palabras.

2 Corintios 12: 7-10 Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera; 8 respecto a lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí. 9 Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. 10 Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.


Imprimir artículo

No hay comentarios: