Dice el Salmista en otra porción de las Escrituras, grande es nuestro Dios y de mucho poder. reconociendo la grandeza del poderío de Dios y su majestuosidad, vemos en el un supremo amor que no nos lleva en esta vida sometidos y subyugados, sino al contrario, no da la libertad de elección, pudiendo esclavizarnos a su antojo y voluntad, nos da la capacidad de elegir.
Su corazón movido por el amor mas puro y profundo, que cualquier palabra por apropiada que pareciera no llega a describir con justicia la anchura, la altura y la profundidad de este amor, tan único, perdurable y sublime que nos dió el valor más elevado, la misma vida de su Hijo en sacrificio expiatorio para acercarnos a Él, luego de que voluntariamente decidimos alejarnos, deviscularnos de Él, de sus enseñanzas, de su cuidado y hasta llegar a constituirse enemigos suyos, sin embargo, ni siquiera nos echa en cara eso, sino que se acerca a nosotros para restituirnos paz, gracia, favor y amor.
Que nada nos vuelva a separar de Dios, no levantemos ídolos de cosas pasajeras y superficiales que lo único que hacen es llevarnos a ruina y pérdida de la perfecta visión del amor de Dios en nuestro favor, que nos enredan para perdición, sacándonos de lo perfecto, de la compañía del Santo, Justo, Fiel y Verdadero Dios.
Alcemos nuestra manos y nuestra confianza ante el trono de su gracia, doblemos nuestras rodillas en una adoración genuina que proclame su poder y misericordia, elevemos nuestra alma al Dador de la vida... Tomemos hoy un buen tiempo con DIOS.
Bendiciones!
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