Habiamos dicho en nuestra anterior publicación que, "El orgullo o soberbia y la altivez son un cáncer del cual debemos cuidarnos, a la carne le encanta sentirse importante, poderosa, en eminencia y con autoridad. Si damos oportunidad de que se introduzca en nuestra vida o no dejamos que Cristo lo erradique puede carcomer nuestra relación tanto con Dios como con el prójimo."
Pero nos genera todo esto la pregunta siguiente:
¿Como saber si hay soberbia en mi vida?
Contestemos con sinceridad algunas preguntas:
1– ¿Paso mas tiempo reprendiendo al enemigo que alabando a Dios?
2– ¿Veo rebeldía de mi parte para con mis autoridades tanto terrenales como las eclesiasticas?
3– ¿Creo que soy el único que esta haciendo lo correcto y todos a mi alrededor están mal?
4– ¿Continuamente cierro mis oídos a la exhortación de los demás porque no creo aprender algo útil para mi de ellos?
5– ¿Creo que soy mas maduro que mi líder?
6– ¿Critico a los encargados porque creo que mis ideas son mejores?
7– ¿Cuál es mi excusa para no servir?
8– ¿Cuál es mi excusa para no disculparme?
9– ¿Tengo continuamente contiendas con otros ya que yo siempre tengo la razón?
10– ¿Muchas veces termino apartándome de personas porque creo que no valoran lo que hago?
Si hay orgullo en mi vida, ¿Qué hago?
Veamos algunos consejos para liberarnos del orgullo y la soberbia.
Como primera e importante: Reconoce tu pecado
Primeramente debemos reconocer que la soberbia es un pecado para poder recibir el perdón y ayuda de Dios. No podemos salir de un problema mientras no aceptemos que lo tenemos y el primer lugar donde debemos mostrar esa humildad es delante de nuestro Dios
Prov 21:4 Altivez de ojos, y orgullo de corazón, Y pensamiento de impíos, son pecado.
Prov 16:5 Abominación es a Jehová todo altivo de corazón; Ciertamente no quedará impune.
Luc 18:14 Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido.
Pasa tiempo con Dios
El lugar donde aprendemos a ser humildes es con Dios, ya sea porque nos quebranta o porque al estar con El descubrimos lo pequeños que somos.
Sal 119:67 Antes que fuera yo humillado, descarriado andaba; Mas ahora guardo tu palabra
Mat 11:29 Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas;
Medita en tu condición
Detenernos y darnos cuenta de cómo es Dios quien obra en nuestras vidas y que somos lo que somos y tenemos lo que tenemos por Su gracia y misericordia crea en nosotros humildad y un corazón agradecido.
Le animamos que comience con estos simples pasos. No olvide de apartar un tiempo y contestar a cada pregunta, y si se anima a enviarnos las respuesta hágalo confiadamente será información confidencial.
Mañana culminaremos esta serie. Bendiciones
Centro Cristiano Jesús la Forma de Vida.- San Bernardo del tuyu
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