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lunes, 8 de septiembre de 2025

Angustia, el paso a la gloria.



"Estando en angustia, tú me hiciste ensanchar." Salmo 4:1.

Este es el testimonio más grandioso que el hombre ha dado acerca de la intervención de Dios en nuestros asuntos. No es la acción de gracias de un hombre que ha sido libertado del sufrimiento. Es la acción de gracias por haber sido libertado por medio del sufrimiento: "Tú me has ensanchado cuando estaba angustiado." El declara que las aflicciones de la vida, han sido ellas mismas la fuente del ensanchamiento de la vida.

¿y no hemos sentido más de mil veces tú y yo que ésto es verdad? Está escrito acerca de José, que estando en el calabozo "el hierro entró en su alma." Todos reconocemos que lo que José necesitaba para su alma era el hierro. Él había visto solamente el relucir del oro. Él había estado regocijándose en sueños juveniles; y el ensueño endurece el corazón. El que derrama lágrimas sobre un romance, no es la persona más apta para ayudar en la realidad; la verdadera aflicción no tendría nada de poesía para él. Para ensanchar nuestra naturaleza necesitarnos el hierro. El oro no es otra cosa sino una visión; el hierro es una experiencia. La cadena que me une a la humanidad, debe ser una cadena de hierro. Aquella parte de la naturaleza que emparenta al mundo, no es gozo, sino aflicción. El oro es parcial, pero el hierro es universal.

Alma mía, si quieres extenderte y estar en contacto con la humanidad, entonces tienes que estrecharte en los límites de los sufrimientos humanos. El calabozo de José fué el camino que le condujo al trono. Si no has sido traspasado por el hierro, entonces no puedes levantar la carga de hierro de tu hermano. Tu limitación es lo que hará que progreses. Las sombras que cubren tu vida son el verdadero cumplimiento de tus sueños dorados. No murmures contra las sombras, son revelaciones mucho mejores que tus sueños. No digas que las sombras de la prisión te han encadenado. Tus cadenas son alas, alas que te llevan al fondo de la humanidad: La puerta de la casa de tu prisión, es una puerta de entrada en el corazón del universo. Dios te ha ensanchado, atándote con la cadena de la aflicción. -George Matheson.

Si José no hubiese sido el prisionero de Egipto, jamás hubiese sido el gobernador de Egipto. La cadena de hierro de sus pies, fué la que colocó la cadena de oro sobre su cuello. Si no se padece el sufrimiento no se experimenta el gozo de la libertad, así en el vivir la plenitud representa justamente la experiencia de la diversidad de situaciones que nos preparan y capacitan intencionalmente para vivir, reconocer nuestra fragilidad fomenta y genera nuestra dependencia de Dios para esa vida plena que solo alcanzamos con Él. No hay temor en el amor, sino seguridad para los desafíos. No hay miedo sino confianza en la esperanza de verlo una vez mas haciendo en nuestra vida poderosamente su perfecta voluntad, la expectación y anhelo de volver a verlo actuando en nuestra vida manifestándose tan presente y real.

Proverbios 29:25 El temor del hombre pondrá lazo; Mas el que confía en Jehová será exaltado.

1 Juan 4:18 En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor.

Proverbios 15:33 El temor de Jehová es enseñanza de sabiduría; Y a la honra precede la humildad.

Proverbios 22:4 Riquezas, honra y vida son la remuneración de la humildad y del temor de Jehová.


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