"Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creiste; bienaventurados los que no vieron y creyeron." Juan 20:29.
Cuan grande es la trampa que nos tiende las cosas visibles, y cuán necesario es para Dios el guardarnos en las cosas invisibles! Si Pedro tenía que andar sobre las aguas, necesariamente tendría que andar; si tenía que nadar, necesariamente tendría que nadar, pero lo que no le era posible, era el hacer ambas cosas. Si el pájaro vuela, tiene que evitar las cercas y los árboles y confiar en sus alas aleteadoras. Pero si trata de volar junto al terreno, entonces hará un vuelo demasiado pobre.
Dios, para probar a Abraham que con sus facultades físicas no podía hacer nada, le quitó su fortaleza. Tuvo que considerar su cuerpo como si estuviese muerto y tomar a Dios para que hiciese todo el trabajo. Y cuando se dió cuenta de su impotencia y confió enteramente en Dios, entonces se persuadió por completo, de que lo que Él había prometido, Él podía cumplirlo. Eso es lo que Él quiere enseñarnos, y evita el alentarnos con los resultados para que aprendamos a confiar sin ellos, y entonces Él se complace en probar la verdad de Su palabra y el poder de la fé.
Cuando decides creer, en especial cuando podría decidir No hacerlo, en verdad, alcanzas bendiciones, experimentas milagros y sientes un gozo profundo como lo ha prometido el Salvador . Y a veces, a pesar de los desafíos que afronte y de las preguntas sin respuesta que puedas tener, el mayor milagro es que, cuando escojo la fe en Jesucristo, ciertamente lo veo; reconozco Su mano, Su poder y Su luz en mi vida.
Todos podemos hacer lo mismo, comenzando desde hoy!!
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