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lunes, 12 de mayo de 2025

Creciendo en la fe.

 


12 de Mayo del 2025

"Al que crée todo es posible." Marcos 9:23.

Esto no quiere decir que simplemente con pedir “todo es posible” por la razón de que Dios siempre está obrando para enseñarnos el camino de la fé y en nuestro entrenamiento de la vida de la fé, hay espacio para el exámen de fé, disciplina de la fé, paciencia de la fé, el valor de la fé; y muchas veces tenemos que pasar por muchos estados antes de darnos verdaderamente cuenta de lo que es el fin de la fé; a saber, la victoria de la fé.

La fibra moral se desarrolla por medio de la disciplina de la fé. Cuando has hecho tu petición a Dios y no has recibido la respuesta, ¿Qué piensas hacer?

Crée en la Palabra de Dios. No dejes de creerla aunque veas lo que veas y sientas lo que sientas, y permaneciendo firme has de desarrollar una gran experiencia y un mayor poder. El hecho de ver la contradicción aparente de la Palabra de Dios y que tu fé permanece inalterada te hace que seas poderoso en todas las demás cosas.

Con frecuencia, Dios intencionadamente tarda en contestarnos, pero su tardanza, es tanto una respuesta a nuestras oraciones, como lo es el mismo cumplimiento de la petición cuando ésto se vea.

En las vidas de todos los personajes Biblicos, Dios obró de esta manera. Abraham, Moisés y Elías no fueron grandes hombres al principio, sino que fueron hechos grandes por medio de la disciplina de su fé, y sólo de esta manera pudieron ponerse en condiciones para ser aptos para los cargos a que Dios los había llamado.

Por ejemplo, en el caso de José a quien el Señor había estado preparando para el trono de Egipto, leemos en el Salmo 105: 19: "La palabra (el dicho) del Señor lo probó." No fué la vida de la prisión con su cama endurecida y el mal alimento lo que lo probó, sino que fué la palabra de Dios que habló a su corazón en los primeros años referente  a que su elevación y honor sería mayor que el que sus hermanos iban a recibir. Esto fué lo que él siempre tenía delante de sí, cuando cada paso en su carrera parecía cada vez más imposible que esto se cumpliese, hasta que se le encarceló inocentemente mientras libertaban a otros que quizás estaban por justicia encarcelados, y al él solo se le dejaba allí languidecer.

Estas fueron horas que probaron su alma, pero horas de crecimiento y desarrollo espiritual que, "cuando su palabra vino" (La palabra libertadora), lo encontró en condiciones para la delicada tarea de tratar a sus perversos hermanos con un amor y paciencia excedido solamente por Dios.

Ninguna clase de persecución puede probarnos como estas experiencias. Cuando Dios dice que vá a realizar Sus propósitos y pasan los días sin llevarlos a cabo, verdaderamente esto es duro para nosotros, pero es una disciplina de la fé que ha de traernos tal conocimiento de Dios, que nos sería imposible poder adquirir de otra manera.


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