Afortunados los que confiamos en el Señor y ponemos en Él nuestra confianza, no seremos avergonzados sino socorridos para bendición y crecimiento.
Quizás hayas recibido una mala noticia, o te hayan defraudado, tal vez algún diagnóstico medico o una mala inversión quebró tu economía, aún hay esperanza.
Dios es el que hace justicia y misericordia, el que ordena y encamina provechosamente la vida de aquellos que le invocan de veras, los que han puesto sus ojos en el más allá y esperan en Dios en esta vida.
No es Dios deudor de nadie, a los que han desarrollado una relación de comunión les muestra sus favores y les da milagros sobrenaturales, la bendición de Dios es para los suyos, y nada detiene lo que hace, no te desanimes por la espera, sino alégrate en que el nunca miente y te ha dicho buscadme y vivireis, esa promesa sigue en pie, solo buscalo.
Bendiciones.
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