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viernes, 14 de octubre de 2022

Profundidad.

Las maravillas de Dios en sus profundidades...ësto nos lleva a reflexionar sobre la soberanía de Dios, su señorío y majestad.  Recordando las Palabras escritas en la Biblia cobra peso aun mayor a nuestra mente y corazón lo dicho por Jesús cerrando el libro de apocalipsis...A los que triunfen sobre las dificultades y sigan confiando en mí, les daré todo eso, y serán mis hijos, y yo seré su Dios. Pero a los cobardes, a los que no confíen en mí, a los que hagan cosas terribles que no me agradan, a los que hayan matado a otros, a los que tengan relaciones sexuales prohibidas, a los que practiquen la brujería, a los que adoren dioses falsos, y a los mentirosos, los lanzaré al lago donde el azufre arde en llamas; y allí se quedarán, separados de mí para siempre. 
Pablo escribe a los romanos: Pero, si el Espíritu de Dios vive en ustedes, ya no tienen que seguir sus malos deseos, sino obedecer al Espíritu de Dios. El que no tiene al Espíritu de Cristo, no es de Cristo. y le dice a los Corintios: porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo.  Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.
Juan agrega: El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él; pero el que guarda su palabra, en este verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él. El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo. Todo aquel que permanece en él, no peca; todo aquel que peca, no le ha visto, ni le ha conocido. Hijitos, nadie os engañe; el que hace justicia es justo, como él es justo. El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo. Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios. En esto se manifiestan los hijos de Dios, y los hijos del diablo: todo aquel que no hace justicia, y que no ama a su hermano, no es de Dios.
Vemos en el contextos de estas palabras la necesidad de caminar en la profundidad de la comunión con Dios para que esto no sea solo conocimiento sino que pase a ser convicción y nos lleve a esa intimidad donde el mismo Espíritu de Dios nos transforma a imagen y semejanza de Jesús. 
 No aceptemos mensajes que nos hablan de una vida sin santidad, sin compromiso y sin responsabilidad porque estaremos viviendo separados de la verdad que nos llama a Limpiar nuestras obras y Purificar nuestros pensamientos y sentimientos. No podremos resolver nuestra eternidad después de partir de esta vida, hoy resolvemos a donde pasaremos la eternidad. ¡Bendecido día!


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