"Por tanto, oh varones, tened buen ánimo; porque yo confío en Dios que será así como me ha dicho." (Hechos 27:25.)
Hace algunos años fuí a América con el capitán de un vapor que era un Cristiano muy devoto. Cuando nos alejamos de la costa de Terranova, me dijo, "La última vez que crucé por aquí, hace cinco semanas, me aconteció algo extraordinario que revolucionó mi vida Cristiana por completo. Teníamos a bordo a George Mueller de Bristol. Nunca abandoné el puente donde pasé veinte y cuatro horas. George Mueller, vino a donde yo estaba y dijo, 'Capitán, he venido para decirle que necesito estar en Quebec el Sábado por la tarde! 'Es imposible,' le repliqué. 'Está bien, si su vapor no puede llevarme, Dios proveerá otro medio. Durante cincuenta y siete años nunca he faltado a uno sólo de mis compromisos. Vamos a orar a la habitación de la carta hidrográfica.'
"Miré a aquel hombre de Dios, y me dije, ¿de qué manicomio se habrá escapado este hombre? Nunca había oído una cosa semejante. 'Sr. Mueller,' le dije, '¿No se da Ud. cuenta de lo densa que es esta niebla?' 'Nó,' replicó, 'Mis ojos no miran a la densidad de la niebla, sino al Dios vivo”, quien controla todas las circunstancias de mi 'Vida.'
"Se arrodilló y oró una oración simplicísima, y cuando terminó yo iba a orar; pero él, poniendo su mano sobre mi hombro, me dijo que no orase. 'Primero, porque Ud. no cree que El contestará; y segundo, porque YO CREO QUE ÉL HA CONTESTADO, Y no hay necesidad de que Ud. ore acerca de ello.'
Miré a él, y me dijo, 'Capitán, yo he conocido a mi Señor durante cincuenta y siete años, y durante este tiempo no he faltado ni un sólo día en tener audiencia con el Rey. Levántese Capitán, abra la puerta y verá como la niebla ha desaparecido.' Me levanté, y verdaderamente la niebla había desaparecido. El Sábado por la tarde, George Mueller estaba en Quebec cumpliendo su compromiso."-<<Seleccionado.>>
Imprimir artículo
No hay comentarios:
Publicar un comentario