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sábado, 30 de noviembre de 2019

Salmo 128- Dichosos los que temen a Dios


1 Bienaventurado todo aquel que teme a Jehová, Que anda en sus caminos.

2 Cuando comieres el trabajo de tus manos, Bienaventurado serás, y te irá bien.

3 Tu mujer será como vid que lleva fruto a los lados de tu casa; Tus hijos como plantas de olivo alrededor de tu mesa.

4 He aquí que así será bendecido el hombre, Que teme a Jehová.

5 Bendígate Jehová desde Sion, Y veas el bien de Jerusalén todos los días de tu vida,

6 Y veas a los hijos de tus hijos. Paz sea sobre Israel.
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Analicemos este salmo:

Vs 1: El salmo pone al temor al Señor como la premisa principal que debemos cumplir para tener una vida bajo su bendición y favor. El temor del Señor se trata de tomar a Dios con el respeto y valor que se merece, las personas que no poseen este temor de Dios en sus vidas, no toman en serio la palabra de Dios y no llegan a desarrollar una vida sólida de fe ni santidad.
La primer palabra del versículo uno es ¡QUE FELIZ O QUE DICHOSO! Es aquel que teme a Dios, hay una énfasis primordial de Dios en que entendamos que Él no puede ser burlado ni manipulado, nadie puede torcer la mano de Dios con caprichos, antes, nos da el verdadero camino, seguir su voluntad, seguir sus caminos y buscarlo con verdadera fe con nuestro corazón. Si nuestra devoción es sincera, seremos llenos del Espíritu Santo y capacitados por la gracia de Dios para vencer toda debilidad y perfeccionarnos en la santidad.

Vs 2 La bendición de temer a Dios llega hasta nuestro trabajo, Dios no solo que nos bendecirá con trabajo o proyectos prósperos, sino que comeremos el fruto de nuestro trabajo con satisfacción y felicidad.  Tal vez algunos estén luchando con problemas financieros, y debes saber que el Señor no tiene problema en bendecirnos con abundancia, aquí nos da una clave, necesitamos tener una actitud de trabajo, de emprender, pero bajo el temor de Dios, sin desobedecer su palabra y mandamientos.

Vs 3 y 4 La bendición de Dios bendice y cubre a la familia, la esposa y los hijos. Todo hombre que quiera ver la bondad de Dios, tendrá que ponerlo en primer lugar, en todos sus asuntos, en transparencia y santidad. Una de las bendiciones más grandes que un hombre pueda tener en la vida, es una relación feliz con su esposa e hijos una familia fuerte y bendecida.
La bendición alcanza a su esposa, que será bendecida por esto, y también a sus hijos, nuestra familia debe estar bajo una atmósfera de fe, adoración y devoción sincera hacia Dios de forma permanente.

Las mujeres solteras que estén buscando esposo, deben orar para tener un varón que tema a Dios, que tenga reverencia profunda a la presencia de Dios como prioridad de vida, no puedes obviar esto a la hora de elegir tu esposo, sino mantiene una conducta de respeto y amor de Dios ahora, nada asegura que lo hará después.

Quien ponga verdaderamente al Señor Jesús como la piedra fundamental de su casa, tendrá todo tipo de bendiciones. Una esposa sana, feliz y fértil, con una vida productiva, que llevará a cabo su potencial, cumpliendo su llamado y llevando adelante hijos bendecidos.
Si fundamentamos nuestra familia, sobre la roca que es Cristo, tendremos hijos como vigorosos retoños de olivo alrededor de la mesa. 

Vs 5 El pueblo de Dios, la iglesia, necesita tener hombres y mujeres de santidad y oración, que verdaderamente amen a Dios y a las personas. Con creyentes así, veremos prosperar a su pueblo siempre. Un deseo especial en el antiguo testamento, es ver a Jerusalén prosperar, lugar amado por Dios.

Vs 6: Aquí tenemos la bendición de poder disfrutar a los nietos, el Señor desea una vida larga, próspera y bendecida para su hijos y pueblo. El temor reverente hacia Él es la clave. La bendición alcanza no solo a los hijos y la esposa, sino también a los nietos.

ORAMOS: 

Padre Celestial, hoy te pido que me bendigas con temor de tu presencia y con reverencia hacia tu persona
Abre mis ojos y muéstrame si hay en mi rebeldía o desobediencia, límpiame y líbrame de toda iniquidad y pecado. Quiero conocerte profundamente, tener tu amistad para deleitarme en tu presencia y cumplir tu voluntad.
Lléname con tu Espíritu Santo, dame fortaleza para seguir tus camino y no desviarme a derecha ni a izquierda, guárdame de toda rebeldía y desobediencia para poder vivir bajo tu bendición permanente
Cubre ahora Señor, nuestro matrimonio, hijos y nietos, guarda nuestra familia de todo mal y todo ataque del enemigo. Cúbrela con la sangre de Cristo para que todo nos salga bien.
Dame un corazón agradable a ti, para que siga tus caminos y siempre haga tu voluntad.
Tu eres todopoderoso, haces milagros, prodigios y maravillas en aquellos que te buscan y creen.
Todo esto lo Creemos en el Nombre de Nuestro Señor Jesucristo, Amén”

Ministerio Jesús La Forma de Vida- San Bernardo del Tuyú.


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