Mateo 6:21 Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.
Eclesiastés 11:9
Alégrate, joven, en tu juventud, y tome placer tu corazón en los días de tu adolescencia; y anda en los caminos de tu corazón y en la vista de tus ojos; pero sabe, que sobre todas estas cosas te juzgará Dios.
REFLEXIÓN:
El valor de la sabiduría es mil veces mayor que el de las riquezas. Cuando eres sabio, pero no en tu propio entendimiento, sino en el que viene de Dios, entonces podrás tomar las decisiones correctas. Esto no solo traerá las bendiciones financieras, sino en toda área de tu vida.
Ahora bien, si Dios en estos momentos te dijera: "Pídeme lo que quieras", ¿que le pedirías? Salomón no titubeo, y de inmediato le respondió: Sabiduría y discernimiento del bien y el mal. ¿Por qué? Porque para Salomón era mas importante hacer el bien, agradar a Dios y cumplir su voluntad que las riquezas. Es por esto que Dios se agradó de Salomón: Tenía un corazón dispuesto a hacer el bien, por encima de cualquier riqueza o fama. ¿Y que pasó? Dios no solo le dio la petición, que era sabiduría, sino que lo bendijo financieramente. Lo hizo muy rico y famoso, y además le dio larga vida.
¿Tu Que prefieres? Hay muchos que están pidiendo casas, autos, aumentos -lo cual no está mal para nada-, pero antes... ¿Por qué no le pides a Dios que te ayude a superar ese pecado que te aleja de su presencia? ¿Que te ayude a mejorar tu temperamento? ¿Que te ayude a amar de la manera correcta?
No es sentir culpa.
Pero el pedir riquezas cuando estás necesitando fortalecerte espiritualmente, le dice mucho a Dios acerca de donde está tu corazón.
Versículos: (1 Reyes 3:3-15)
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